En términos jurídicos, y en el ejercicio de funciones, un freelance es autónomo y viceversa; sin embargo, existe una diferencia entre ambos conceptos, ya que el freelance solo se considera autónomo cuando la actividad es continua y representa su principal fuente de ingresos, o en su defecto, la acompaña de un trabajo por cuenta ajena.
Por su parte, son considerados autónomos aquellas personas cuya actividad por cuenta propia es su fuente de ingreso habitual, dando lugar a una inquietud bastante razonable, ¿qué establece la ley al momento de organizar la gestión de vacaciones, tienen derecho a vacacionar?
Los autónomos y la gestión de vacaciones
A diferencia de un trabajador dependiente, para el autónomo es más difícil desconectar –ya que generalmente, le sobran motivos para continuar trabajando– sin embargo, con la adecuada preparación es posible organizar la gestión de vacaciones.
Tomar unos días de descanso sin que esto represente un desequilibrio económico considerable requiere una previsión adecuada, o lo que es igual establecer los días de descanso con anticipación organizando detalles claves como la falta de ingresos y cálculo de gastos.
Motivos para no ir de vacaciones
Pese a que los autónomos tienen la posibilidad de darse de baja y de alta hasta tres veces al año sin que ello revista penalización alguna, es erróneo asumir como ahorro el dinero de la cuota mensual que establece Hacienda.
Dicha cuota tiene la función de cotizar a la Seguridad Social, entendiéndose que darse de baja durante las vacaciones implica perder tiempo valioso y afectar de manera negativa el momento de la jubilación.
Por otra parte, existe el temor a perder clientes durante el cese de las actividades, sin apartar la necesidad de continuar ingresando para cubrir los gastos y mantener un salario.
Días libres específicos
La principal ventaja de trabajar como autónomo radica en que, particularmente hablando de matrimonio, tienen la libertad no sólo de administrar el tiempo de trabajo a la medida de sus necesidades, sino también sus descansos.
No obstante, en el supuesto de cerrar de forma completa el negocio, conviene tomar precauciones que disminuyan en la medida de las posibilidades los costos durante el periodo.
Resulta igual de conveniente negociar una disminución en los contratos de suministros, bajar la base de cotización e incluso, minimizar el stock de algunos productos, por ejemplo, los perecederos.
Los autónomos y el derecho a vacaciones
Evidentemente, en comparación con un profesional sujeto al régimen de trabajadores por cuenta ajena, ser autónomo supone la posibilidad de vacacionar cuando mejor convenga.
Ir de vacaciones y ser autónomo, ¿es compatible?
Aun tratándose de un derecho como profesional, para la mayoría de los trabajadores por cuenta propia tomar vacaciones se convierte en un verdadero quebradero de cabeza.
De acuerdo al informe más reciente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) alrededor del 60% de los autónomos no disfruta de unas merecidas vacaciones, y quienes lo hacen, rara vez superan los 15 días de descanso.
Darse de baja como autónomo para irse de vacaciones
Si bien darse de baja durante las vacaciones representa la opción más sencilla de evadir el pago de la totalidad de la cuota de autónomos, la decisión no siempre es la más acertada ya que pone en riesgo la posibilidad de acceder a las bonificaciones.
Los autónomos y las vacaciones fiscales
En conformidad con los estatutos legales, los trabajadores autónomos del país tienen el derecho de un máximo de 30 días de vacaciones de cortesía por año natural.
De acuerdo a esto, tienen la posibilidad de desconectarse con tranquilidad sin preocuparse por posibles sanciones, ni recibir notificación alguna de las autoridades fiscales.
El paso a paso para la solicitud de vacaciones fiscales
La solicitud de las vacaciones fiscales son gestionadas a través de la página web oficial de la Agencia Tributaria, misma que puede realizarse en cualquier momento del año y que tiene como requisito fundamental darse de alta en la Migración de Dirección Electrónica Habilitada (DEH).
Es importante aclarar, que el solicitante debe presentar la petición de los días de cortesía con un periodo de antelación de 7 días naturales previos al periodo deseado, señalando en el calendario de vacaciones fiscales los días de la semana incluyendo sábados y domingos.
Multas y sanciones por no atender las notificaciones
Evadir las notificaciones tributarias supone sanciones que oscilan entre los 150 y 600.000 euros según la severidad del asunto; para el autónomo, el riesgo queda eliminado tras la solicitud de vacaciones fiscales –o los denominados días de cortesía– ante Hacienda.